miércoles, 8 de junio de 2011

Constitución política de los estados unidos mexicanos de 1917, ficticia.

Corría el año de 1916, al finalizar la revolución mexicana y el país empezaba una etapa de reconstrucción en el ámbito social, económico, cultural  y político, siendo en esa época presidente de la república el Sr. Francisco I Madero, dándose cuenta que el país caminaba a pasos agigantados hacia la prosperidad, pues los ojos del mundo habían volcado su mirada hacia México, ya que contaba con una infraestructura portuaria de primer nivel, carreteras por doquier que unían los puntos más distantes con las fronteras y las costas, en sus campos fértiles se levantaban grandes cosechas, el sector minero producía grandes cantidades de minerales que la mayoría se iba al extranjero.
Todo era pujanza y esfuerzos en el territorio nacional, solo que las leyes que regían en aquella época no eran las apropiadas para manejar la nueva situación del país, por ello decidió reunir a su gabinete para determinar qué era lo mejor para el país, de tal modo que se llego al consenso generalizado para que se reunieran todos los políticos de la época, los revolucionarios, los académicos, gente del pueblo, los comerciantes, los mineros, agricultores y de todos los gremios que existían y que proporcionaban paz y bienestar al país, etc. para que se reunieran en el puerto de Acapulco, para analizar la constitución que regia y que databa desde 1857.
Fue así que se dieron cita los grandes revolucionarios como el General   Francisco Villa, El Gral. Emiliano Zapata, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, que era gobernador de la provincia de Veracruz, así como los distintos gobernadores de las demás provincias, ya reunidos en la magna convención de Acapulco, se determino después de un exhaustivo análisis que duro varios meses, que esa constitución era inoperante para las nuevas necesidades del nuevo país, siendo así que se determino realizar una nueva, que fortaleciera el cobro de impuestos regulados, que garantizara las garantías individuales, que protegiera las riquezas del subsuelo mexicano, que favoreciera la democracia y el amor a la patria, que las riquezas del país fueran repartidas equitativamente entre sus habitantes, que se retomaran cada uno de los ideales de los revolucionarios, por ejemplo que se repartiera la tierra a los campesinos para que la trabajaran como lo exigía en su lema el Gral. Emiliano Zapata, que se favoreciera al pueblo con la educación que impartiera el estado siendo laica, gratuita y obligatoria hasta el nivel profesional, sólo por mencionar algunos aspectos.
Los congresistas se dieron a la tarea de analizar los antecedentes de la nueva constitución, para retomar algunos puntos importantes como el que el país seguiría siendo una República Democratice,  Libre y Soberana; y que llevaría como nombre Estados Unidos Mexicanos.
Después de arduas jornadas de trabajo de todos los congresista constituyentes, que tardaron varios meses, por fin el esfuerzo  rindió el fruto esperado pues el 15 de mayo de 1917, era promulgada la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual fue recibida con gran beneplácito por todos los mexicanos, fueron días de festejos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, pues por fin se contaba con una Constitución que sacaría de la marginación a los pobres, daría seguridad social a los trabajadores y los empresarios tendrían seguras sus inversiones en el territorio nacional.
Esta constitución elaborada en Acapulco, se vio tan bien recibida en el resto de Latinoamérica por su gran trascendencia que fue ejemplo para muchos países de la región, pues en sus páginas guardan los ideales principales de bienestar para cualquier humano.
Hoy día cada 15 de mayo los mexicanos recordamos con gran cariño y respeto la promulgación de esa Constitución que hasta la fecha nos rige, no cuida y nos protege, y sigue velando por el desarrollo de un país de primer nivel, que disfrutamos todos los mexicanos con la seguridad que la misma nos brinda. 

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